El mismo día que Wimbledon daba a conocer la lista de cabezas de serie para la nueva edición del torneo londinense, la noticia saltaba en la capital inglesa con Kim Clijsters como protagonista. La belga, número 2 del ranking WTA, anunció su renuncia a jugar el tercer Grand Slam de la temporada al no estar recuperada de su lesión en el tobillo.
Kim Clijsters regresó al circuito en Roland Garros después de un periodo de ausencia después de sufrir una lesión en su tobillo derecho -enlazó esta lesión con unos problemas en la muñeca y en el hombro derechos-, herida que se produjo al sufrir un resbalón durante la boda de un primo suyo. A pesar de participar en parís, donde se vio sorprendida en segunda ronda por la holandesa Arantxa Rus, la belga confesó no estar fina físicamente. Después del 'major' parisino Clijsters rompió relaciones con el entrenador que la ha acompañado por el circuito los últimos años, Carlos Maes, pasando a trabajar únicamente con su preparador físico, Wim Fissette.
Así 'Mamá Kim' eligió el torneo de 's Hertogenbosch para tomar contacto con la hierba, como preparación para Wimbledon. En tierras holandesas Clijsters cayó en primera ronda ante la italiana Romina Oprandi, partido en el que se resintió de sus molestias en el tobillo. "Esta noche me van a examinar para determinar exactamente el estado de mi tobillo", declaró la número 2 del ranking tras su derrota. Después de obtener los resultados y de hablar con su grupo de trabajo, Clijsters ha decidido no participar en la próxima edición de Wimbledon, donde iba a ser la segunda cabeza de serie del cuadro. "Estoy muy decepcionada por tener que retirarme al haberme hecho daño en 's-Hertogenbosch. Estoy frustrada porque esto haya sucedido justo antes de uno de mis torneos favoritos. No tengo otra elección más que hacer reposo ya que no puedo jugar en unas semanas", indicó a través de un comunicado.
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